¡Buenos días a todos! Desde Nersa, asesoría fiscal y contable en Sevilla, queremos hablaros sobre el factoring sin recurso.
A raíz de la pandemia que estamos viviendo, muchas empresas se han visto muy afectadas. Sus ventas y con ello sus recursos, han ido disminuyendo. Debido a esto, se han visto en la obligación de buscar rápida financiación. Una forma de conseguir financiación inmediata es el factoring sin recurso.
¿Qué es el factoring?
El factoring, como hemos dicho, es una forma de conseguir financiación. Una empresa cede a una entidad financiera, el cobro de los créditos o facturas de sus clientes y estos se encargan del proceso de cobro y además le pueden proporcionar el dinero de estas facturas de manera anticipada.
¿Qué tipos de factoring hay?
- Factoring con recurso. Esto quiere decir que el riesgo de impago por parte de los clientes, es asumido por la empresa que contrata el factoring. Es decir el banco no se hará cargo de este impago. Debido a esto, las comisiones que la entidad financiera recibe, son menores, ya que solo se están haciendo cargo de la gestión de cobro de las facturas.
- Factoring sin recurso. En este caso, la entidad financiera, si asume el riesgo que puede ocasionar el impago de los clientes. Y como a más riesgo, más rentabilidad, las comisiones que recibirán serán mayores.
Si lo que quieres es mejorar tu balance, debes optar por el factoring sin recurso. En esta modalidad, el banco está “comprando” ese riesgo de impago. Por lo que el importe existente en la cuenta clientes pasa a caja (descontando los costes que cobre la entidad financiera).
¿Cómo se calcula el factoring?
Vamos a poner un ejemplo para que quede más claro: su empresa tiene 70.000 euros en la partida de clientes, de los cuales 41.000 corresponden a una venta realiza para un cliente solvente.
El banco acepta la contratación del factoring sin recurso, a cambio de una comisión del 3%. Esos 41.000 euros dejarán de estar en su balance como clientes, y pasarán a estar en tesorería, por un importe de 39.770 euros (41.000-1.230).
La entidad financiera realizará un estudio de la cartera del cliente y sólo aceptará la cesión de las facturas a cargo de aquellos clientes, que considere con poco riesgo, estableciendo un importe máximo para cada uno.
Límites del factoring
El banco puede determinar unos límites. Algunos ejemplos son:
- No asumirá el impago si su cliente alega disputa comercial para no pagar (argumentando, por ejemplo, que las mercancías son defectuosas).
- Que el banco asuma impagados hasta un límite máximo. Pasado el cual, el riesgo lo volverá a asumir usted.
Por ello, el factoring sin recurso es recomendable (y es cuando lo acepta el banco), sobre todo, para trabajar con clientes solventes.
Como conclusión queremos volver a recalcar que la imagen de su balance sólo mejorará con un factoring sin recurso. Con éste, cede sus derechos de cobro al banco (que gestiona el cobro y asume el riesgo de insolvencia), convirtiendo el saldo de clientes en tesorería y sin aumentar el endeudamiento.
Podéis contactarnos para cualquier duda o información. Gracias por leernos.